30 oct 2011

Firman un acuerdo para producir alimentos con menos sal

(CABA).- Empresas alimenticias y el gobierno acordaron reducir la sal entre un 5 por ciento y un 8 por ciento en casi todos los productos. La medida se aplicará  a las carnes y sus derivados, harinas, lácteos y conservas, sopas, y aderezos. Los argentinos consumen por día más sal del doble que lo recomendado. 


27/10/11
Después de un año y medio, el Gobierno y productores se pusieron de acuerdo para intentar reducir la cantidad de sal y de sodio que se utiliza en la elaboración de los alimentos industrializados.

El objetivo es bajar en forma paulatina y progresiva el consumo de sal y abarcar a cuatro grupos de alimentos: carnes y derivados – fiambres y hamburguesas –, harinas – galletitas, snacks –, lácteos, y por último las conservas, sopas, y aderezos. La medida tiene pocos antecedentes en el mundo. Apenas el Reino Unido y Finlandia lograron acuerdos globales.

En el país, siete millones de personas sufren de hipertensión. El promedio de sal que consume cada argentino se estima que es de 12 gramos por día. Lo que equivale a siete gramos más de los cinco que recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Las reducciones irán desde 5 por ciento al 18 por ciento. Las cantidades se prevé que se ajustarán cada dos años, de manera que nadie se enterará de que hay menos sal en el plato. La idea del Ministerio de Salud es llegar a 2020 con un consumo promedio de cinco gramos, tal cual la meta fijada por la OMS.

Sebastián Laspiur, director de Promoción de Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, aclara que la medida afectará a todos, pero “nadie la sentirá porque la reducción será gradual y ni siquiera el paladar más sofisticado podrá darse cuenta de que le sacaron algunos gramos de sal”. “Con este acuerdo – señala Laspiur – tenemos un beneficio global para toda la población, inclusive para los chicos. Esto excede a los hipertensos porque ingerir todos los días 12 gramos de sal no es gratuito para nadie”.

Además de las seis mil muertes anuales, la hipertensión provoca 60 mil eventos cardiovasculares y ataques cerebrovasculares y la sal tiene una relación directa. “Toda la familia debe disminuir el consumo de sodio, restringir al máximo el uso del salero y buscar alternativas de bajo sodio”, sostiene el cardiólogo Rodolfo La Greca.

De acuerdo a un estudio hecho por el Ministerio de Salud, el 25 por ciento de las personas agrega sal a la comida sin siquiera haberla probado. Por eso, los especialistas recomiendan no llevar el salero a la mesa y salar la comida después de cocinarla.

Sin embrago, sacar el salero no es suficiente: el 60 por ciento de la sal que se consume ya viene con los alimentos. Es lo que se denomina “sal oculta”. “Es un plan ambicioso – sostiene Laspiur –, pero factible. Creemos que de esta manera la curva de hipertensión se va iniciar en niveles más saludables”. El año pasado, el Ministerio ya había lanzado el programa “Menos Sal, Más Vida” que incluyó un acuerdo con las panaderías artesanales.

En el convenio participan los ministros de Salud, Juan Manzur, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, junto con Daniel Funes, de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).

Fuente: Gastronomiconet.com/Clarín

 

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